sábado, 13 de noviembre de 2010

CONFLICTO EN LAS AULAS DE ALMENDRALEJO

Lo sabíamos. En Azote de dioses ya habíamos vaticinado hace menos de un año, lo que iba a pasar con aquellos padres que eligiesen para sus hijos una enseñanza libre de símbolos religiosos. Estaba claro que tarde o temprano, el dejar la retirada de crucifijos de las aulas a expensas de la solicitud que los padres puediesen hacer al respecto, iba a ocasionar roces en aquellos colegios donde tal circustancia se diera.

Y ha ocurrido en Almendralejo (Badajoz), donde los padres de dos alumnos del C.P. Ortega y Gaset han visto como la justicia les daba la razón en su demanda de retirada de crucifijos de las aulas de sus dos hijos. La sentencia, lejos de poner fin a un asunto que venía de tiempo atrás, pues sus reivindicaciones son de hace cinco años, lo que ha provocado es la reacción furibunda de la comunidad de padres católicos de dicho colegio, que en reunión de la AMPA ha decidido por "unanimidad" llevar el caso de nuevo a los tribunales si fuese necesario (que lo será, pues ni Consejo Escolar ni Junta de Extremadura pueden contravenir la sentencia favorable a los demandantes dictada por el TSJEx). A dicha reunión de la AMPA, según publica el diario HOY, no acudieron solamente los padres de alumnos, si no que según indica dicho periódico, acudieron también tíos, abuelos, ex-alumnos e incluso el cura de la Purificación. 
¿Es esto serio? ¿Esta presencia masiva de "invitados" en una reunión de la AMPA de un colegio no es una forma de intimidación como otra cualquiera? ¿No piensa nadie, como pensamos en Azote de dioses, que esta presión ejercida por los padres más reaccionarios es la causa última (y única) de la "unanimidad" con la que al parecer terminó la reunión?

Casi todas la unanimidades son hijas de la coacción y la intimidación; no es posible creer que exista un municipio extremeño, Almendralejo, donde la identidad religiosa esté tan distante de la del resto de la ciudadanía española. Cierto que las encuestas aún señalan a la religión católica como mayoritaria, pero no es menos cierto que cada vez esa mayoría mengua más y más, y que otras religiones, posturas agnósticas y ateas van recortando distancia a pasos agigantados. El propio Papa, en su reciente visita a Santiago y Barcelona, se quejaba del laicismo español. Pues bien, ahora resulta que Almendralejo es el bastión católico de occidente, donde la unanimidad en cuanto a sentimiento religioso es total. Que vayan los sociólogos a Almendralejo y lo estudien, por favor; parece que alguien está reproduciendo los experimentos de Asch por esos lares.

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